Cierto día caminaba por una de las avenidas
principales de la ciudad cuando observé a un agente de tránsito regresar la
placa de un auto a su joven dueña quien, limpiando las lágrimas de sus
mejillas, agradecía la clemencia. El motivo de la fallida sanción era estacionar
su vehículo en dicha avenida. Pero qué refleja esto: ¿Tenemos agentes de
tránsito comprensivos?... ¿si lloras no vale la ley?... o ¿no tenemos cultura vial y
falta rigor al aplicar el reglamento de tránsito y vialidad?
Lo anterior, me hace añorar el 1º de enero por la
simple razón de que ese día hay pocos carros circulando por la ciudad: los
peatones somos libres, las calles se ven amplias y nuestros oídos no se
contaminan, solo por mencionar algunas de las ventajas que seguro se tenían
hace tres o cuatro décadas.
Hoy las cosas han cambiado, Tepic luce un aspecto
muy diferente al de antaño. Cada vez es más frecuente encontrar un
congestionamiento vial y no solamente en las llamadas “horas pico”. Y aunque se
implementan acciones al respecto (como los cruceros de uno y uno, la
prohibición para estacionarse en vías principales, la modificación de rutas en
los camiones urbanos y el cambio de sentido para algunas calles) resulta claro
que éstas no han sido suficientes, porque los inconvenientes continúan, o mejor
dicho, van en aumento.
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Las
propuestas
Alguna vez escuché decir que para librarnos del
tráfico vehicular era necesario tomar medidas drásticas y tal vez tengan razón.
Se ha mencionado la posibilidad de que la Presidencia Municipal sea
reubicada. Con ello cambiarían de lugar no solo quienes trabajan, brindan
servicios o tienen asuntos que tratar ante el ayuntamiento sino gran parte de
la vida social y económica de la capital.
Otros proponen la
implementación del programa “Hoy no circula”, aunque para este proyecto tendría
que realizarse un estudio a fondo para determinar su eficacia real. No vaya a
ocurrir lo mismo que hace años en el DF cuando muchas personas en lugar de
acatar la esencia del programa “solucionaron” su problema comprando un segundo auto.
Pero lo que me parece inmediato es
iniciar con una campaña a favor de la cultura vial en escuelas, oficinas, dependencias de gobierno, colonias y
cualquier punto donde haya peatones, pasajeros o conductores.
Vamos combatiendo los actos que rayan en la maldad tal
como obstaculizar el paso de un crucero con el auto aun sabiendo que no hay
espacio para avanzar en la siguiente cuadra o irritar a otros por no usar direccionales
o estacionar en doble fila. Evitemos parar a comprar algo y abrir el cofre
simulando fallas mecánicas, seguir tras el sonido de la ambulancia o tapar las
rampas de acceso a las banquetas para discapacitados. ¿Y qué me dicen de los
que creen que las intermitentes vuelven invisibles a los autos?
Utilicemos los medios de comunicación. ¿Qué les
parece si en lugar de ver espectaculares con anuncios políticos los
aprovecháramos en la promoción de la cultura vial?...
¿o qué crees tú?